miércoles, 23 de noviembre de 2011

otro trabajo del taller de poesía

AMARRONADO...SINUOSO...ANGOSTO...ZIGZAGUEANTE...

EL RÍO SE DESLIZABA ALLA ABAJO, COMO UNA SIERPE VERDE Y BRILLANTE.
LO MIRABA DESDE EL VIEJO PUENTE DEL FERROCARRIL ,COMO EN OTROS TIEMPOS.
LO MIRABA EXTASIADO EN LA SOMBRA DE LOS SAUCES QUE SE HUNDÍAN EN LA VERDINEGRA CORRIENTE.
ANOCHECIA. ÉL SEGUÍA AHÍ MUDO, PETRIFICADO, CON EL MIEDO PENETRÁNDOLO HASTA LA MÉDULA.
NO...NO COMPRENDÍA CÓMO HABÍA PODIDO HACERLO.
UN CUERPO FLOTABA CUAL MARIONETA BLANCA...DESARTICULADA...EN ESAS AGUAS OSCURAS...MALOLIENTES.
EL RÍO OTRA VEZ SU CÓMPLICE, COMO CUANDO ERA NIÑO.
EL RÍO OTRA VEZ TESTIGO MUDO, APAÑÁNDOLO EN LAS SOMBRAS DE SU VIENTRE CENAGOSO.
EL SILBATO DEL TREN DE LAS VEINTIUNA LO SACÓ DEL ESTUPOR EN EL QUE PERMANECÍA SUMIDO
TRAS SU FUNESTA ACCIÓN.
LA HOJA DE ACERO RELAMPAGUEÓ , HÚMEDA, EN SU DERECHA. CON GESTO DIESTRO Y VELOZ VOLVIÓ EL PUÑAL HACIA SI MISMO.
... Y LO CLAVÓ EN SUS ENTRAÑAS COMO UN ANTIGUO SAMURAI.

EL RÍO SE VOLVIÓ ROJO PARA RECIBIRLO EN SU SENO.

AMALive

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